Nos pasamos el día contando manos en la que destacan los calls y los movimientos agresivos, pero pocas veces tenemos la oportunidad de contar este tipo de manos, jugadas que hablan muy bien de aquel jugador que las ejecuta.
En una de las últimas manos que se disputaron antes de que se rompiese esa mesa, Pedro Lamarca abría a 25.000 puntos con ciegas 5.000/10.000 y ante de 1.000. Dos puestos a su izquierda, Rubén Varilla le hacía una three-bet a 60.000 con unos 260.000 puntos de stack. El resto de la mesa se tiraba y Lamarca decidía hacer solo call después de pensar unos segundos.
El flop traía 
y Lamarca pasaba para dejar que su rival hiciese apuesta de continuación. Cuando llegaba de nuevo su turno, el catalán revisaba de nuevo sus cartas y tomaba la decisión de foldear 
boca arriba.
Varilla golpeaba entonces la mesa en señal de aprobación y mostraba sus 
.
"Menudo fold que te has marcado", decía Varilla. "Otros jamás se podrían tirar de eso".
Lamarca, contento con su fold replicaba: "Estuve a punto de tirarme ya preflop, pero me parecía demasiado".
